Aunque el dolor es una necesidad en la vida física (porque advierte del daño que sufre el cuerpo), el dolor crónico es un misterio que causa sufrimiento. Como psicólogo del dolor, el Dr. Benjamin Hirsch se centra en la capacidad de sus pacientes para hacer frente al dolor, utilizando técnicas de relajación, terapia de distracción, imágenes guiadas y desensibilización. Pionero en este campo, el Dr. Hirsch es diplomático de la Junta Americana de Gestión del Dolor, miembro de la Junta Americana de Psicólogos de Familia y asociado de la Asociación Americana de Profesionales del Dolor Intervencional. Aborda los casos con programas diseñados de forma exclusiva para satisfacer las necesidades psicológicas específicas del dolor, el estilo de vida y los objetivos de cada persona.
Hace unos veinte años, el campo apenas se conocía. Los pacientes con dolor que “no se curarían con métodos médicos” eran considerados “ladrones”. Ese era el término que se daba a los enfermos de dolor que no se “curaban” con la intervención médica estándar. Había algo “malo” en ellos. Profesionales como el Dr. Hirsch han contribuido a aclarar al público que no existe el dolor físico sin un componente emocional concomitante.
Sin embargo, la triste realidad es que muchos siguen sin darse cuenta de esta verdad elemental y obvia. Creen que si no mejoran físicamente, son de alguna manera responsables. Irónicamente, eso conduce a una angustia aún mayor. Eso es triste porque muchos enfermos han aprendido a vivir más felices y más libres utilizando las técnicas de tratamiento psicológico del dolor.
En el New York Spine Institute nuestro objetivo es ayudar a los pacientes a controlar su dolor mediante las técnicas aplicadas por el Dr. Hirsch.